Día mundial de la lucha contra el maltrato infantil

Día mundial de la lucha contra el maltrato infantil

La promoción de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes y su protección, y por ende  la prevención y mitigación progresiva de situaciones que los quebranten, así como la detección de casos de vulneración y la restitución del ejercicio de los mismos, son compromisos centrales definidos en las políticas nacionales de infancia y adolescencia que los Estados han asumido en el marco de los instrumentos internacionales de derechos humanos, incluida la Convención de los Derechos del Niño y sus protocolos facultativos.

Inmerso en dichos compromisos se encuentra el reconocimiento del derecho de niñas, niños y adolescentes a ejercer sus derechos en espacios de convivencia libres de cualquier tipo de violencia. Aunque lastimosamente una gran mayoría de adultos no logra aún percibir a la violencia como un problema de violación sistemática de derechos humanos, indistintamente de la intensidad o de quien la ejecute, lo que conduce a una permanente interpelación a la construcción de relaciones equitativas y de vínculos promotores de las autonomías, y protectores,  desde y en  la familia, la sociedad y el Estado (IIN-OEA, 2021).

Se entiende como violencia contra niñas, niños y adolescentes toda conducta (acción u omisión), sea física, verbal, psicológica o de ejercicio de poder (incluyendo las realizadas a través de los medios virtuales)  que, amenazan o limitan su desarrollo y el que puedan ejercitar de forma libre y plena sus derechos. Pero más allá de esa diversidad en que se expresan, la violencia tiene una unidad esencial: el desconocimiento del otro en su dignidad como persona, el ejercicio discrecional del poder, y la negación de las capacidades de diálogo, entendimiento y comprensión (interlocución) entre seres humanos (IIN-OEA, 2019).

Cualquier niño, niña o adolescente puede ser víctima de violencias y cualquier tipo de ellas contra la infancia y adolescencia, sin perjuicio del entorno o circunstancia, tiene efectos devastadores para quien la sufre (IIN-OEA, 2019). Por ello,  para conmemorar en esta fecha la lucha por la prevención y erradicación de toda forma de violencia contra la infancia y adolescencia, desde el IIN queremos compartir la voz de las propias niñas, niños y adolescentes, expresadas en distintos espacios, incluida la consulta sobre “violencia a adolescentes en las Américas”, desarrollada en el marco del estudio regional de violencia 2021 del IIN-OEA:

De la consulta a adolescentes en la que participaron 412 adolescentes de 18 Estados Miembros, la forma de violencia que más se percibe  es la física (76%), seguida de la psicológica (68%) y la sexual (52%); también se mencionó la violencia emocional (50%), de género (42%), económica (25%), laboral (21%) e institucional (15%).

Esto que indican los adolescentes, que es coincidente con datos de otros estudios que indican que el castigo físico alcanza un 40% y el severo un 4%, mientras que la agresión psicológica alcanza un 53% (UNICEF,2017) nos permite dar cuenta de la necesidad que existe en la región de continuar trabajando tanto a nivel normativo para establecer un marco adecuado de protección [1], como por supuesto también en el amalgamaje entre la norma como el marco general y lo programático como nivel ejecutor o que posibilita la puesta en práctica de lo establecido en la norma y el ejercicio real del derecho.

“Recomendamos al poder ejecutivo, legislativo y judicial que salvaguarden la integridad de los niños, niñas y adolescentes, garantizando el desarrollo pleno, la igualdad de oportunidades y erradicar todas las formas de violencia contra niños, niñas y adolescentes.”

 (Recomendación de la

Declaración de Cartagena sobre la Violencia hacia niños, niñas y adolescentes de las Américas.

III Foro Panamericano de Niños, Niñas y Adolescentes. Cartagena – Colombia, octubre 2019[2]).

 

Sobre los ámbitos en que se ejerce la violencia los adolescentes consultados mencionaron a la familia en un 60%, el ámbito escolar con un 58%, lo cual es sumamente preocupante y también se mencionan el entrono virtual con un 34%.

 

Nuevamente si consideramos cifras como que alrededor de 3 de cada 4 niños entre 2 y 4 años son habitualmente víctimas de algún tipo de disciplina violenta por parte de sus cuidadores , o que un poco más de 1 de cada 3 niños entre 13 y 15 años experimentan casos de acoso escolar (UNICEF 2017) puede verse que un alto número de niños sufre algún tipo de disciplina violenta por parte de sus cuidadores, y que un alto número de adolescentes experimentan casos de acoso escolar y por tanto es claro porqué los adolescentes identifican estos espacios, como los primeros en que se ejerce violencia en su contra.

“Recomendamos a todas las instituciones públicas, privadas, organizaciones, grupos, etc., realizar charlas o talleres para concientizar a todos los niños, niñas y adolescentes y las familias sobre la violencia ejercida hacia los niños, niñas y adolescentes, y sobre las diferentes maneras de resolver los problemas sin que se aplique la violencia. Que el Estado como garante de nuestros derechos sensibilice y eduque a las familias para una convivencia libre de violencia, mediante acuerdos internos en un lapso de 2 años”.

(Recomendaciones de la

Declaración de Cartagena sobre la Violencia hacia niños, niñas y adolescentes de las Américas.

III Foro Panamericano de Niños, Niñas y Adolescentes. Cartagena – Colombia, octubre 2019).

 

Al consultarles sobre quien perciben que ejerce la violencia en esos espacios los resultados fueron:

En el ámbito familiar se percibe que la violencia es ejercida principalmente por el padre (54%) y le siguen el padrastro (54%), la familia extendida (44%), la madrastra (42%) y la madre (40%).

 

“Nos urge que todos los Estados de las Américas y el Caribe, puedan crear mecanismos para prohibir el castigo corporal, metodologías y estrategias para guiar las relaciones saludables entre la familia y los niños, niñas y adolescentes”

               (Recomendación de la

Declaración de Cartagena sobre la Violencia hacia niños, niñas y adolescentes de las Américas.

III Foro Panamericano de Niños, Niñas y Adolescentes. Cartagena – Colombia, octubre 2019).

 

En el ámbito escolar se percibe que la violencia es ejercida principalmente por compañeros y compañeras (76%), seguido de otros niños, niñas y adolescentes (62%), y después se menciona a los profesores/as (33%).

 

 

“Nosotros recomendamos a las autoridades de los centros educativos que implementen mejores soluciones para tratar las situaciones de violencia. Recomendamos a los gobiernos, instituciones educativas y los consejeros educativos (personal que trabaja en las escuelas para acompañar a los estudiantes) a que participen activamente en las estrategias para generar entornos saludables en las escuelas”.

(Recomendación de la

Declaración de Cartagena sobre la Violencia hacia niños, niñas y adolescentes de las Américas.

III Foro Panamericano de Niños, Niñas y Adolescentes. Cartagena – Colombia, octubre 2019).

 

Analizar la expresión de las y los adolescentes consultados nos debe comprometer a todos los actores: Estado, sociedad y Familia a desnaturalizar la violencia como base para la vinculación y socialización. A buscar transformar los mecanismos de protección y cuidado de niños, niñas y adolescentes donde prevalezca la identificación de ellos y ellas como sujetos de derechos en proceso de desarrollo, promoviendo la empatía y la comunicación asertiva, y alentando la construcción de límites y responsabilidades desde el diálogo. Estas prácticas se deben instalar desde los planos interpersonales y familiares, trascendiendo hacia los escenarios públicos; pero también complementando con los esfuerzos de los Estados por atender la multicausalidad del fenómeno de la violencia en general (IIN-OEA, 2021).

 

“Violencia es violencia venga de donde venga”

“…es necesario que los garantes de derechos: Estado, familia y la sociedad, promuevan acciones de prevención, eliminación y superación de este problema.” (Red de Corresponsales Infantiles y Adolescentes, 2019.)

 

[1] Incluido que más estados de la región se sumen a los 11 que tienes leyes con prohibición expresa de toda forma de violencia incluyendo el castigo corporal. Argentina (2014), Bolivia (2011), Brasil (2014), Colombia (2021), Costa Rica (2008), Honduras (2013), Nicaragua (2015), Paraguay (2016), Perú (2015), Uruguay (2007) y Venezuela (2007)

[2] Disponible en: DECLARACIÓN-DE-CARTAGENA.pdf (sitiosiin.org)

 

Lea el documento completo Hacia la eliminación de la violencia contra niños, niñas y adolescentes «Impactos y desafíos de las leyes de prohibición expresa de castigo corporal en la región»