10° Aniversario de la Firma de la Carta Democrática Interamericana

10° Aniversario de la Firma de la Carta Democrática Interamericana

 

El día 11 de septiembre del 2001, durante la Asamblea General Extraordinaria y mediante la resolución AG/RES. 1 (XXVIII-E/01) se adoptó en Lima, Perú, la Carta Democrática Interamericana (CDI), reafirmando de esta manera dos aspectos fundamentales para el fortalecimiento de las democracias en las Américas: el carácter participativo de la democracia en los Estados Miembros, mismo que contribuye a la consolidación de los valores democráticos y a la libertad y la solidaridad en el Hemisferio; y la promoción y protección de los derechos humanos como condición fundamental para la existencia de una sociedad democrática, reconociendo la importancia que tiene el continuo desarrollo y fortalecimiento del Sistema Interamericano de derechos humanos para la consolidación de la democracia.

 

Gracias a la adopción de cada uno de los artículos que componen la CDI, el día de hoy se puede afirmar que la Carta es el programa común de nuestras naciones, como lo señalara el Sr. Secretario General de la OEA en su discurso de la conmemoración por el 10° Aniversario de la CDI (Valparaíso, 3 de septiembre de 2011).

 

Tras 10 años de la adopción por los Estados Miembros de la CDI, el día de hoy se puede hacer un balance para el reconocimiento de los esfuerzos que se han realizado regionalmente y en cada Estado para consolidar los procesos electorales, la transparencia y buena gestión de los gobiernos, el fortalecimiento y acción común de los otros poderes del Estado, la protección social, la mejor administración de la justicia, la igualdad de género, la no discriminación, la participación ciudadana, y en especial, de la promoción de los derechos humanos.

 

El IIN se suma a las merecidas celebraciones en estos primeros 10 años del programa democrático común para las Américas, reafirmando nuestro compromiso en la promoción y protección de los derechos de los ciudadanos más pequeños de las Américas, los niños, niñas y adolescentes. Es en el fortalecimiento del ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes que se siembra la semilla del ejercicio democrático, promoviendo y protegiendo el derecho de cada persona que nace en las Américas a tener una identidad, a participar de los procesos de toma de decisiones, a la vida en familiar y comunitaria, al trato digno y no discriminatorio.

 

Citando las palabras del Secretario General José Miguel Insulza: Es en la transformación positiva de las vidas de las personas y en la multiplicación de oportunidades que la democracia cobra sentido y relevancia, la ciudadanía pasa del plano normativo al real de los ciudadanos de las Américas.

 

Ver discurso del Secretario General de la OEA