25 de noviembre «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y las Niñas»

25 de noviembre «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer»

El 25 de noviembre se conmemora el «Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer», también conocido como Día internacional de la No Violencia de Género. La fecha rememora el asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) en 1960, opositoras el régimen dictatorial dominicano de Rafael Trujillo.

La violencia basada en género es entendida como: “la que se ejerce en base al sexo o género de una persona, en distintos ámbitos de la vida social y política, pero enraizada en las relaciones de género dominantes en una sociedad. No es sinónimo de violencia doméstica o en la pareja, abarca todas las que se ejercen desde la posición dominante masculina sobre representantes de las posiciones subordinadas, sean éstas mujeres, menores, adultos mayores, personas discapacitadas, integrantes de minorías (de la diversidad sexual, racial, étnica o nacional)” (Red Uruguaya Contra la violencia Doméstica y Sexual).

Es importante situar la violencia de género dentro de la noción de orden patriarcal, entendido éste como “la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre mujeres y niños(as) en la familia y la extensión del dominio masculino sobre las mujeres a la sociedad en general” (Gerda Lerner).

Para el caso de la infancia, resulta relevante comprender cómo la lógica patriarcal se sobreimprime con la mirada adultocéntrica predominante, produciendo violencias singulares sobre niñas, niños y adolescentes.

Allí podemos identificar:

  • Las diversas formas de violencia sexual, tales como el abuso, el acoso y la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes.
  • Los diferentes tipos de violencia que ejercen múltiples actores durante el proceso de disciplinamiento para la imposición de los comportamientos de género esperados según el sexo biológico.
  • Las múltiples violaciones a los derechos de aquellos niños, niñas y adolescentes que no se amoldan a las lógicas de una sexualidad binaria.
  • Otras formas de vulneración de derechos de la infancia que también están directamente atravesadas por la dimensión de género como los matrimonios forzosos, el trabajo infantil doméstico, las crianzas esteriotipadas, entre otras.

Es importante enfrentar además la construcción social del silencio que priva a la niñez de su derecho a expresarse, descalifica y desvaloriza sus opiniones, promueve la “no escucha” y la reclusión del conflicto al ámbito privado intrafamiliar. Esto resulta promueve culpa y vergüenza en las víctimas e impunidad en los adultos perpetradores de las violencias.

Promover y proteger derechos implica trabajar en la deconstrucción de las representaciones sociales que justifican y perpetúan relaciones de asimetría y subordinación entre seres humanos de diferente condición, para esto es clave el abordaje de la intersección entre la infancia y el género.

El enfoque de derechos y el enfoque de género se potencian mutuamente como herramientas para la promoción de derechos y el abordaje de diversas problemáticas.  Al tiempo que la perspectiva de derechos se ve enriquecida por el enfoque de género en la medida en que permite visibilizar la incidencia de esta variable en la promoción y vulneración de derechos, el enfoque de género, y la lucha por la deconstrucción del orden patriarcal, se ven enriquecidos y potenciados por una concepción que ve en la infancia un sujeto potente, capaz de recrearse y recrear el entorno social.

Pensar en conjunto las nociones de infancia y género, o, más aún, articular la perspectiva de derechos de la infancia con el enfoque de género, resulta un desafío tan complejo como necesario.