12 de junio “Día mundial contra el trabajo infantil”

12 de junio “Día mundial contra el trabajo infantil”

 

Desde el año 2002, todos los 12 de junio se conmemora el “Día Mundial Contra el Trabajo Infantil” con el objetivo de visibilizar y redoblar esfuerzos para revertir la condición de los niños y niñas menores de 12 años que trabajan en cualquier actividad económica, así como aquellos entre 12 y 17 años que lo hacen en actividades peligrosas tanto por su naturaleza como por las condiciones en que son realizadas, entre lo que encontramos las peores formas de trabajo infantil como la trata, la esclavitud, el reclutamiento forzado,  los servicios sexuales, la realización de otras  actividades ilegales, en general.

 

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en las Américas, el 5,3% de las niñas, niños y adolescentes, 10,7 millones, se encuentra realizando alguna forma de trabajo infantil, de los cuales 6,5 millones realizan trabajos considerados de alto riesgo. Si lo visualizamos según la actividad económica, el 51,5% lo hace en actividades agrícolas, el 35,3% en los servicios y el 13,2% en la industria.

 

Otra forma de trabajo infantil que es clave visibilizar es el trabajo doméstico. Sin contar con datos específicos para las Américas, sabemos que a nivel mundial 54 millones de niñas y niños de entre 5 y 14 años realizan tareas domésticas durante por lo menos 21 horas por semana, teniendo un claro sesgo de género siendo las niñas las 2/3 partes del total.

 

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la meta 8.7 se propusieron enfrentar la problemática del trabajo infantil.  Allí se establece:

 “Adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas” (ODS).

 

Si bien a nivel global el trabajo infantil ha descendido, en 2000 eran 246 millones las niñas y los niños que lo realizaban y hoy son 152 millones, las proyecciones a 2025 no cumplen ni remotamente con los objetivos trazados de erradicación de toda forma de trabajo infantil.

 

La persistencia del trabajo infantil refleja la condición de vulnerabilidad del entorno en el cual está inserto el niño o la niña. Es importante visualizarlo en sus causas sustantivas, para que la política pública pueda diseñar acciones que lo erradiquen desde sus fundamentos. La literatura especializada señala diversos elementos que explican la paradoja de que la sociedad utilice prematuramente la capacidad de trabajo de algunos de sus miembros, con el consiguiente deterioro y vulneración de derechos que ello implica, siendo que al mismo tiempo personas adultas del mismo medio no logran emplearse.

 

Entre ellos podemos identificar las crecientes dificultades de sostenibilidad de diversas formas de producción campesina basadas en el trabajo familiar, las que ante el desafío de la sobrevivencia recurren a la intensificación del trabajo de sus miembros más jóvenes. Por otro lado, vemos familias urbanas con condiciones de empleabilidad fuertemente inestables y precarizadas, que encuentran en la incorporación temprana de sus hijas e hijos a las actividades laborales un ingreso complementario necesario para la subsistencia.

 

El trabajo infantil representa una vulneración específica de los derechos de niñas, niños y adolescentes al mismo tiempo que compromete el cumplimiento de otro conjunto de derechos. La persistencia de éste como una realidad estructural en nuestra región hipoteca diariamente el futuro de nuestras infancias.