11 de octubre “ Día Internacional de la Niña”

11 de octubre “ Día Internacional de la Niña”

 

Por Resolución 66/170 de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declara el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña e invita a los Estados Miembro, otras organizaciones del sistema y otros organismos internacionales a atender el día y crear consciencia sobre la situación de las niñas en el mundo.

 

En este marco, el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN-OEA) propone una reflexión sobre la incidencia de las construcciones de género en el reconocimiento, ejercicio y vulneración de derechos, en este caso, de niñas y adolescentes mujeres de la región.

 

El género es una construcción social basada en la diferencia sexual entre hombres y mujeres; construye y determina los roles, atributos, apariencias, comportamientos y funciones asociados a lo “femenino” y lo “masculino”, en un determinado momento histórico y social. Esta configuración de género es producida por el entorno incluso antes de nacer la persona y aprehendida por ésta a lo largo de toda la vida, pero, particularmente, durante la infancia y adolescencia, como parte del proceso de socialización.

 

Las sociedades contemporáneas se caracterizan por ser adultocéntricas y patriarcales. Niñas, niños y adolescentes se encuentran en una posición de subordinación respecto de los adultos, los cuales se posicionan en un lugar de protección-control, con poder casi absoluto, desconociendo en muchas ocasiones su calidad de sujetos de derechos, con capacidad de expresión y ejercicio, en función de la evolución de sus facultades. Por su parte, el patriarcado es un orden social en el que existe una desigualdad estructural asentada en la dimensión de género; el patriarcado determina atributos, roles y posiciones sociales a hombres y mujeres y establece relaciones de jerarquía entre ellos, en detrimento de la mujer.

 

En este contexto, niñas y adolescentes mujeres se encuentran en una situación de doble vulnerabilidad, asociada a las variables edad y sexo-género: por ser personas no adultas y por ser mujeres.

 

Por los atributos y posiciones que en el orden patriarcal se adjudican a la mujer, vinculadas a la actividad no productiva o doméstica, niñas y adolescentes mujeres pueden ver limitadas o -al menos- obstaculizadas sus posibilidades de desarrollo y acceso y ejercicio de derechos. Por otra parte, son las principales víctimas de las vulneraciones de derechos asociadas a la esfera de la sexualidad: acoso, abuso sexual, explotación sexual.

 

Estas diferencias en las oportunidades de las niñas y adolescentes mujeres, y las vulneraciones de las que son víctimas, vuelve indispensable la incorporación del enfoque de género, y su articulación con el enfoque de derechos, en la formulación, diseño e implementación de las políticas públicas orientadas a ellas o que las involucran.

 

Todos los actores del Sistema de Protección Integral debemos reconocer a las niñas como sujetos de derechos y valorar y promover su potencial como sujetos capaces de pensar, cuestionar y recrear el entorno, con miras a un orden social más equitativo.